Juventudes y VIH en Colombia: ¿están realmente informados?

Picture of Sheila
Sheila

La juventud en Colombia enfrenta uno de los mayores desafíos en salud sexual: la prevención del VIH. Aunque hoy existen más herramientas que nunca para cuidarse, la realidad muestra que muchos adolescentes y jóvenes no cuentan con información suficiente o precisa para protegerse.

Jóvenes y VIH en Colombia: el panorama

En el país, el grupo entre 15 y 34 años es el más afectado por las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH. Según el Ministerio de Salud, este segmento concentra una parte importante de los nuevos diagnósticos, lo que revela la urgencia de reforzar las estrategias de prevención en edades tempranas (MinSalud).

Un estudio reciente en Caicedo (Antioquia) encontró que 75 % de los adolescentes había recibido información sobre VIH en los últimos seis meses, pero gran parte aún mantenía ideas erróneas sobre transmisión y prevención (Revista CES Salud Pública).

Percepción de riesgo y mitos frecuentes

La paradoja es clara: los jóvenes saben que el VIH existe, pero no lo perciben como un riesgo cercano. Muchos creen que “no les puede pasar” o confían en ideas equivocadas como:

  • Pensar que el estrés o el deporte previenen el VIH.
  • Creer que el virus solo afecta a ciertos grupos, como hombres que tienen sexo con hombres.
  • Asumir que una sola relación sin condón no representa peligro.

Estos mitos aumentan la exposición, especialmente cuando el inicio de las relaciones sexuales ocurre a edades tempranas y sin el uso constante del condón.

De acuerdo con investigaciones locales, muchos adolescentes inician su vida sexual sin usar condón o lo emplean de manera incorrecta. Además, la presión social, el consumo de alcohol y la falta de diálogo en las familias sobre sexualidad incrementan el riesgo de exposición al VIH y otras ITS (OPS).

El estigma también juega un rol importante: la discriminación hacia jóvenes LGBTIQ+ genera silencios, falta de consulta médica y baja asistencia a programas de prevención.

La importancia de la prevención combinada

Hoy sabemos que la estrategia más efectiva no es una sola medida, sino la prevención combinada:

  • Condón y lubricante: primera línea de protección.
    Prueba de VIH periódica: conocer el diagnóstico a tiempo cambia la vida.
    Tratamiento Antirretroviral (TAR) en personas con VIH: permite lograr carga viral indetectable (Indetectable = Intransmisible).
  • PrEP y PEP: opciones de prevención farmacológica para quienes están en mayor riesgo o han tenido una exposición reciente.

Sin embargo, el acceso a estas herramientas entre juventudes en Colombia sigue siendo limitado, tanto por falta de información como por barreras en el sistema de salud.

¿Qué podemos hacer como sociedad?

El reto no es solo de las instituciones: también familias, colegios y comunidades deben asumir un rol activo. Algunas acciones clave son:

  • Hablar abiertamente de sexualidad, sin prejuicios ni silencios.
  • Incorporar educación sexual integral en los programas escolares.
  • Promover entornos seguros donde las juventudes puedan acceder a pruebas y consejería sin temor al juicio o la discriminación.

La juventud colombiana está en una etapa clave para decidir su futuro en salud sexual. Informar, educar y acompañar son pilares fundamentales para reducir la incidencia del VIH y derribar mitos. Organizaciones como AHF Colombia muestran que con información clara y servicios accesibles, las juventudes sí pueden estar realmente preparadas para enfrentar el VIH.