La salud sexual es un derecho integral que incluye placer, respeto, libertad y acceso equitativo a servicios. Este 4 de septiembre, Día Mundial de la Salud Sexual, es una oportunidad ideal para recordar que, en Colombia, garantizar el bienestar sexual es avanzar en justicia, autonomía y derechos humanos.
¿Qué significa salud sexual según la OMS?
La OMS la define como un estado de bienestar físico, mental, emocional y social relacionado con la sexualidad. Se trata de cultivar relaciones placenteras, seguras, sin violencia ni discriminación —y siempre basadas en el consentimiento y la igualdad. La salud sexual solo puede alcanzarse si se respetan y ejercen plenamente los derechos humanos vinculados a ella.
¿Cómo está Colombia hoy en salud sexual?
El acceso es desigual: en zonas rurales o con pobreza extrema, existe mayor dificultad para acceder a métodos anticonceptivos, información y cuidados sexuales. Esto impacta en embarazos no deseados y en un mayor riesgo frente a ITS y otras condiciones.
VIH en Bogotá y la población migrante
En el primer semestre de 2025, Bogotá reportó 1.936 casos nuevos de VIH, con una tasa de 24,4 por cada 100.000 habitantes. La población migrante representó un 23,2 % de los casos, y las muertes asociadas al sida reflejan un impacto significativo, con brechas de acceso según género y territorio.
¿Qué se necesita para avanzar?
Educación sexual con enfoque de derechos
Es fundamental incluir contenidos sobre consentimiento, diversidad sexual, identidad de género y derechos sexuales en la educación formal y comunitaria. El derecho a decidir sobre el propio cuerpo debe comprenderse como libertad, no como riesgo.
Atención inclusiva y sin estigmas
Las personas LGBTIQ+, migrantes, jóvenes y quienes viven en zonas rurales enfrentan discriminación y temor al acudir a servicios de salud. Por eso es clave capacitar al personal y ofrecer espacios seguros y acogedores.
Políticas públicas con enfoque universal
La Política Nacional de Sexualidad y Derechos Reproductivos busca promover el acceso universal a servicios de salud sexual, pero su aplicación real aún se enfrenta a desafíos estructurales en cobertura y recursos.
La salud sexual debería ser parte integral del bienestar de todas las personas en Colombia. Mucho más que prevenir ITS, implica educación, acceso a servicios con dignidad, autonomía para decidir y eliminación de estigmas. Este 4 de septiembre, reconozcamos que la salud sexual no es un privilegio, sino un derecho para todes.